Hoy como todos los días me he levantado con unas ansias infinitas por abrazar tu cuerpo, oler tu cabello, sentir tus labios y mirar tus ojos.
He tenido esa necesidad, que desde hace tantos meses siento de tenerte junto a mi, amándote día y noche, sabiendo que estas junto a mi, y sabedor que soy tuyo y que todo esto es recíproco.
Amo el abrir los ojos y, como dice aquel pequeño estribillo de esa canción que tanto amamos, digo una pequeña oración por ti.
Es sorprendente que hace dos años, bajo la lluvia de aquel lugar, que al inicio nos parecía un infierno y terminó siendo la gloria, hayamos reafirmado nuestra bella historia.
Gracias, le doy a Dios, por haberte puesto en mi camino, por haberme amado tanto y por permitirme amarte mas cada día.
Todos los días en la tarde solamente espero el momento de amarte, de verte y estar junto a ti a caminar a tu lado e irnos a la casa, aunque se que llega el momento en que es cada quien a la suya, pero que eso pronto cambiara, con nuestra fuerza y voluntad.
Pronto dejaremos de ser una pareja, para convertirnos en una unidad, en una realidad hermosa.
